De cuando a cuando podemos necesitar independencia en el sistema sobre el que ejecutamos un script. O simplemente no queremos que los usuarios del sistema de destino, vean el código de algún script de shell , por el motivo que sea. Para estos casos, podemos hacer uso de una herramienta que permite compilarlos. De esta forma, dispondremos de un binario ELF , que podremos portar a dónde necesitemos.

Supongamos entonces que tenemos:

1

Y queremos convertirlo a ELF. Para ello simplemente hacemos uso de shc junto al parámetro -f para su compilación:

2

Como vemos, podemos ejecutar directamente nuestro fichero ya compilado, shc le asigna automáticamente privilegios de ejecución:

3

Ya podemos llevar nuestro ejecutable a otros sistemas!